Todo el mundo conoce el dicho de que el agua es más fuerte que la roca, y es que, solo tenemos que ir a una playa para darnos cuenta de la fuerza erosiva que tiene. Por eso, cuando se inunden frecuentemente los sótanos de tu edificio o aparezcan goteras o humedades de manera continuada, no lo dejes pasar.
Lo que empieza por algo pequeño puede llegar a ser un gran problema. El paso del agua por las paredes o su incursión en los cimientos puede empezar a generar grietas, ya que el lÃquido se filtra por cualquier hueco y va haciendo un camino. El camino que seguirá el agua la próxima vez que vuelva a pasar por ahÃ, llevando consigo partÃculas de material, que luego pueden llegar a crear grandes grietas.
¿Qué pueden ocasionar las filtraciones?
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Deterioro estructural
- Corrosión de elementos metálicos:
El agua puede causar corrosión en vigas de acero, pernos y otros componentes metálicos dentro de la estructura. La corrosión debilita estos elementos, comprometiendo la estabilidad y resistencia de la estructura. En edificios con marcos de acero, la oxidación puede progresar rápidamente, poniendo en riesgo la integridad del edificio.
- Pudrición de madera:
En estructuras de madera o con componentes de madera, la filtración puede llevar a la pudrición, afectando la durabilidad y resistencia de las vigas, columnas y otros elementos portantes. La madera podrida pierde su capacidad de carga, lo que puede llevar al colapso parcial o total de secciones del edificio.
- Degradación del concreto:
El agua puede penetrar en el concreto, llevando a la corrosión del acero de refuerzo (rebar) en su interior. La expansión del óxido puede generar fisuras en el concreto, comprometiendo su resistencia y durabilidad. La carbonatación y la reacción álcali-sÃlice son procesos que pueden acelerarse en presencia de agua, causando un daño adicional al concreto.
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Formación de moho y hongos
- Problemas de salud:
La humedad constante puede propiciar la proliferación de moho y hongos, los cuales pueden liberar esporas y compuestos orgánicos volátiles (COV) que afectan la calidad del aire interior. La exposición prolongada a estos contaminantes puede causar problemas respiratorios, alergias, y otras afecciones de salud en los ocupantes del edificio, especialmente en personas con sistemas inmunitarios comprometidos o afecciones respiratorias preexistentes.
- Daño a materiales:
Moho y hongos pueden deteriorar materiales como drywall, yeso, alfombras y otros revestimientos. Esto no solo afecta la estética del interior del edificio, sino que también puede reducir la vida útil de estos materiales, incrementando los costos de reparación y mantenimiento.
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Daño a instalaciones y acabados
- Circuitos eléctricos:
La filtración de agua puede afectar instalaciones eléctricas, causando cortocircuitos, fallos en sistemas eléctricos y riesgos de incendio. La humedad puede corroer contactos eléctricos y causar fallos en componentes electrónicos, afectando sistemas de iluminación, seguridad y control ambiental.
- Pintura y revestimientos:
La pintura puede ampollarse y desprenderse, y los revestimientos pueden agrietarse o deformarse, arruinando la estética del edificio y requiriendo costosas reparaciones. Los revestimientos de vinilo, madera y otros materiales pueden hincharse y deformarse en presencia de agua.
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Incremento en la condensación interna
- Puentes térmicos:
La filtración puede generar puentes térmicos, puntos donde se pierde o gana calor con mayor facilidad, afectando la eficiencia energética del edificio. Esto puede resultar en un incremento en los costos de calefacción y refrigeración, además de promover la condensación en superficies internas.
- Humidificación del aire:
La humedad adicional en el aire puede aumentar la condensación en ventanas, paredes y techos, creando un entorno propenso al moho y la proliferación bacteriana. Esto puede afectar el confort térmico de los ocupantes y provocar problemas adicionales de humedad.
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Afectación de fundaciones y cimientos
- Erosión del suelo:
La filtración puede causar la erosión del suelo alrededor de los cimientos, comprometiendo la estabilidad del edificio. La pérdida de soporte del suelo puede llevar a asentamientos desiguales y grietas en la estructura.
- Hidrofilia del suelo:
En suelos expansivos, la presencia de agua puede hacer que el suelo se hinche, aplicando presión sobre los cimientos y causando levantamiento o movimiento diferencial de la estructura.
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Incremento de los costos de mantenimiento y reparación
- Reparaciones frecuentes:
Los daños causados por filtraciones de agua pueden llevar a reparaciones recurrentes y costosas. Esto incluye el reemplazo de materiales afectados, reparación de daños estructurales y renovación de áreas dañadas.
- Inspecciones y mitigaciones:
Se requerirán inspecciones adicionales y medidas de mitigación para evitar futuras filtraciones, lo que puede incrementar los costos de mantenimiento y la carga operativa para los administradores del edificio.
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Desgaste de elementos mecánicos y equipos
- Equipos HVAC:
La humedad puede dañar equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), disminuyendo su eficiencia y vida útil. Los componentes mecánicos pueden corroerse, y los conductos de aire pueden desarrollar moho y bacterias.
- Ascensores y sistemas de plomerÃa:
El agua puede infiltrarse en los pozos de los ascensores, afectando los sistemas hidráulicos y eléctricos. Además, las tuberÃas pueden corroerse, lo que puede causar fugas adicionales y problemas de presión en el sistema de plomerÃa.
- Degradación estética y funcional:
Los daños visibles por agua pueden reducir significativamente el valor de la propiedad, haciéndola menos atractiva para compradores o arrendatarios potenciales. Las manchas de humedad, el moho visible y los daños estructurales evidentes pueden reducir el valor percibido de la propiedad.
- Historial de daños:
Un historial de problemas de humedad y filtración puede afectar negativamente las evaluaciones y seguros de la propiedad, incrementando las primas y reduciendo la cobertura disponible.
¿Cómo prevenir la mayorÃa de estos problemas?
En Geneop, empresa experta en construcciones y reformas en Madrid, nos cuentan que para prevenir los problemas derivados de la filtración de agua en la estructura de un edificio, es crucial implementar una combinación de estrategias de mantenimiento, inspección y mejoras en la construcción. Por ejemplo:
Mantenimiento regular del techo y drenaje
Uno de los pasos más importantes para prevenir la filtración de agua es mantener en buen estado el techo y los sistemas de drenaje. Es esencial realizar inspecciones periódicas del techo para identificar y reparar cualquier daño en las tejas, membranas impermeabilizantes, o sellados alrededor de chimeneas y conductos. Los desagües y canalones deben limpiarse regularmente para evitar obstrucciones que puedan causar acumulación de agua y posterior filtración. Las reparaciones oportunas de estos elementos previenen que el agua se infiltre y cause daño estructural o problemas de humedad en el interior del edificio.
Impermeabilización y sellado de puntos vulnerables
Aplicar medidas de impermeabilización es fundamental para proteger la estructura del agua. Se deben sellar adecuadamente ventanas, puertas, y otras aberturas con materiales resistentes al agua para prevenir filtraciones. Las juntas y fisuras en paredes exteriores también deben ser tratadas con selladores adecuados. En las bases y cimientos, la aplicación de membranas impermeabilizantes y sistemas de drenaje subterráneo puede prevenir la acumulación de agua alrededor del edificio. La impermeabilización adecuada es una defensa crucial contra la entrada de agua, especialmente en áreas susceptibles como sótanos y cimientos.
Mejora del sistema de drenaje del suelo
Para evitar la erosión del suelo y el daño a los cimientos, es vital mejorar el sistema de drenaje del suelo alrededor del edificio. Esto incluye la instalación de drenajes franceses, desagües subterráneos y la configuración del paisaje para dirigir el agua lejos de la base del edificio. Las pendientes del terreno deben estar diseñadas para facilitar el flujo de agua lejos de los cimientos. Estas mejoras en el drenaje aseguran que el agua superficial y subterránea no se acumule cerca del edificio, reduciendo el riesgo de infiltración y daño estructural.
Control de humedad interior
Controlar la humedad interior es esencial para prevenir la formación de moho y otros problemas relacionados con la humedad. La instalación de sistemas de ventilación eficientes, como ventiladores en baños y cocinas, ayuda a expulsar el exceso de humedad. Además, el uso de deshumidificadores en áreas propensas a la acumulación de humedad puede mantener los niveles de humedad en rangos seguros. Mantener un control adecuado de la humedad interior no solo protege la estructura, sino que también promueve un ambiente saludable para los ocupantes del edificio.
Inspección y mantenimiento de instalaciones eléctricas y mecánicas
La inspección regular y el mantenimiento de las instalaciones eléctricas y mecánicas es crucial para evitar problemas causados por la humedad. Los componentes eléctricos y los sistemas HVAC deben ser revisados para detectar signos de corrosión o daño por agua. Las instalaciones eléctricas deben estar debidamente protegidas con cubiertas impermeables y ubicadas lejos de áreas propensas a la filtración. Los sistemas de calefacción y refrigeración deben mantenerse y limpiarse regularmente para asegurar su eficiencia y evitar problemas relacionados con la humedad y la condensación.
Reparación inmediata de daños
Actuar rápidamente ante cualquier signo de daño por agua es fundamental para prevenir problemas mayores. Las grietas en paredes, techos o cimientos deben repararse de inmediato para evitar que el agua las agrande y cause mayores daños. Si se detecta moho o manchas de humedad, es crucial abordar la causa de la filtración y eliminar el moho para evitar la proliferación de esporas y la afectación a la salud de los ocupantes.
No dejes pasar ninguno de los problemas que pueda haber con el agua en tu casa o tu edificio, porque podrÃa convertirse en algo peligroso.