No es una decisión fácil. Cuando en la vida tienes que decidir irte a vivir a otro país. Si ya existen dudas cuando tienes que irte a trabajar a la ciudad desde el pueblo o simplemente a la ciudad de al lado, que está a 30 kilómetros. No te puedes hacer una idea cuando lo que te ronda en la cabeza es irte a otro país. Con lo que eso supone. Otra cultura, otra forma de vida, otra forma de trabajar, y sobre todo, el no contar allí ni con amigo ni con familia.
Es cierto que ahora mismo la situación no tiene nada que ver con la de hace años. Si recordamos a nuestros abuelos, cuando se iban a otro país era toda una declaración de intención. Una declaración de decir que en mucho tiempo, pero mucho mucho, ya no iban a volver. Y es que el tema de ahora no tiene nada que ver con lo que se vivía antes. No había los transportes tan evolucionados y comunicaciones que tenemos ahora. Pero tampoco las nuevas tecnologías que nos permiten poder hablar con alguien que se encuentre en Nueva York. Por eso, los tiempos han cambiado. No es la primera vez que una persona que está trabajando de lunes a viernes en Londres, el viernes al mediodía se viene para España en avión para pasar el fin de semana. Eso es algo que hace año hubiera sido imposible.
Los tiempos han cambiado
Por este motivo el irte a trabajar al extranjero es diferente. Ahora cuando la gente se va es porque lleva un contrato de trabajo, es la diferencia con la inmigración ilegal, y llevas unas expectativas laborales y culturales. Es cierto que muchas personas que se van de España lo hacen por ganar más dinero, pero también lo hacen como una experiencia más laboral, que puede ser más enriquecedora, pero también por vivir algo diferente.
Pues si ya hemos decidido dar el paso de irnos a trabajar al extranjero, tenemos que saber que hay algunos aspectos que tenemos que tener en cuenta. Lo primero que tenemos que hacer es obtener toda la información necesaria sobre el nuevo país de destino, como regulaciones de inmigración, cultura, costumbres, clima, entre otros. Aquí lo mejor es hablar con alguien que sea de allí y con la que tengas confianza. No te fíes de todo lo que leas en Google, porque muchas veces no es cierto.
Un consejo que es muy valioso es que organices y planifiques el cambio con anticipación. Por supuesto que ya tienes que tener todo controlado, como por ejemplo la búsqueda de vivienda, la contratación de una empresa de mudanzas, el traslado de documentos importantes, etc. Esto es algo que no puedes dejar a la arbitrariedad. Por ejemplo, tienes que contratar a una empresa de transportes que cuente con mucha experiencia y que te dé garantías. Por ejemplo en el caso de Transportes Internacionales, son conscientes de que toda mercancía es susceptible de sufrir algún imprevisto o incidente, desde una rotura de menor importancia hasta su completa desaparición, por eso hay que contar con un seguro, que ellos te ofrecen. Además hacen un seguimiento constante de la documentación y solucionan cualquier imprevisto que pueda surgir. Y es que hay muchas personas que se llevan todos los muebles y toda una vida en la mudanza, para que el cambio no sea tan duro.
Tiempo de cambios
Como te decía al principio, hay que estar preparado emocionalmente para los cambios que implicará la mudanza, como la separación de familiares y amigos, el inicio de una nueva rutina y entorno, entre otros. La verdad es que los cambios no son fáciles y cuando son de este calibre, pues la cosa se pone muy peligrosa.
Y por supuesto, porque es ley, alguna vez tendremos que ir al médico, aunque sea por una gripe. En este caso, tienes que informarte muy bien sobre el sistema de salud y seguro médico del nuevo país, asegurándote de tener cobertura médica adecuada. Y es que en algunos países la Seguridad Social no funciona tan bien como lo hace aquí.
También es importante realizar los trámites necesarios para obtener un visado de trabajo en el país de destino. Aunque como te he dicho, si vamos a trabajar, son la propia empresa la que se encarga de todo.
El idioma se ha convertido en la principal barrera, aunque es cierto que ahora mismo con las nuevas tecnologías tampoco es una barrera infranqueable. Pero la recomendación es investigar sobre posibles barreras lingüísticas y considerar la posibilidad de aprender o mejorar el idioma. Aunque eso va según las necesidades de cada uno.