Muchas veces nos quedamos fascinados con las frases que se dicen en una película. “Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán… ¡¡La libertad!!” gritaba William Wallace , personaje interpretado por Mel Gibson, en Braveherart, “Soñar no te servirá de nada si olvidas vivir” decía lbus Dumbledore (Richard Harris) de Harry Potter y la piedra filosofal o “Siempre se llega a alguna parte si se camina lo bastante” contestó el gato de Alicia en el País de las Maravillas. Palabras que se quedan en nuestra mente para siempre.
Pero a veces tan importante como las citas son los decorados que se emplean para las películas. Detrás de estas localizaciones de cine hay muchas empresas que buscan que nada falle en los largometrajes. Pero en esta ocasión no nos vamos a centrar en las localizaciones para rodajes, sino en los muebles que se emplean en las películas.
Una de las películas que más llamó la atención en su época fue Titanic. Estamos ante el puro lujo, la sofisticación y la elegancia. En el barco ya se veía que en la zona vip había más glamour que en el resto. La primera clase tenía paredes revestidas con madera de roble, ricas telas, muebles fabricados en caoba, detalles con pan de oro, impresionantes vidrieras, arañas de cristal, chimeneas en algunas de las suites y trabajadas rejas de hierro en las puertas de los ascensores. Unas de las estancias más famosas de primera clase es el “Café Parisien” de estilo colonial y preciososo muebles de mimbre. Otra es la gran escalera con la cúpula de vidrio que aparece en momentos del rodaje.
Y es que la decoración y la localización del rodaje juegan un papel muy importante en los filmes. Quizás el caso más llamativo sea la gran película La Naranja Mecánica, donde todo estaba pensando hasta el último milímetro. Los interiores de la casa del escritor protagonista fueron rodados en una casa particular diseñada por el arquitecto Norman Foster, cuyo propietario cedió para el rodaje. Por ejemplo el dormitorio alberga una selección de cuidados objetos que resaltan sobre las paredes blancas, con una colcha con un motivo tridimensional en rojos y amarillos o las esculturas y cuadros.
De todas estas cosas se encargan agencias de cine y de publicidad que son expertas en todos estos detalles. Son muchas las empresas de localizaciones que se rompen la cabeza recorriendo media España en busca de lugares perfectos para grabar. Así que a partir de ahora ya no solo se nos van a quedar frases de cine en la cabeza, sino también casas de cine.
Son muchos los casos. Por ejemplo, la de Solo en casa, grabada en 1990, fue vendida recientemente por dos millones y medio de dólares, y se alza en un vecindario de Winnetka, Illinois. La casa de L. A. Confidential (1997) podrás encontrarla en Los Feliz (Los Ángeles). Mientras que la casa de la Señora Doubtifire, personaje interpretado genialmente por el fallecido Robin Wiliams, aunque el filme le adjudique una dirección en la calle Steiner (San Francisco, EE UU), esta casa está en Pacific Heights. Por último, una de acción, XMen, esta casa no es un castillo medieval, pero casi, y La encontrarás en Ottawa (Canadá).