La calidad de los materiales dirigió la construcción de mi vivienda y sus muebles

Una vivienda no es un juguete, si no la pieza angular de un proyecto de vida que nos va a acompañar a lo largo de un montón de décadas y que va a ser la responsable de que podamos decir que gozamos de un cierto bienestar o no. Por tanto, se trata de algo que debe tener una calidad, que merece ser construida con las máximas garantías. En caso de que eso no fuera así, nuestro futuro, de una manera o de otra, estaría en manos del azar. No. Conviene no jugársela demasiado con este tema porque, a fin de cuentas, es de nuestra propia vida de lo que estamos hablando. Nada más y nada menos.

De acuerdo con lo que apunta una noticia publicada en la página web de Idealista, la vivienda es el principal problema de los españoles y las españolas. El acceso a la misma no está fácil por el hecho de que hay mucha más demanda que oferta y eso está colapsando el mercado. Y la vivienda que hay, muchas veces no responde a la calidad de la que estábamos hablando en el párrafo anterior y no asegura esa calidad de vida y ese bienestar que tan importantes resultan para que nada ni nadie pueda impedir que las personas que las habiten sean felices. Existe una necesidad imperiosa de vivienda que merezca la pena en España.

Yo he sido una de las personas que ha pasado por esa situación en los últimos años. La verdad es que me ha dado siempre mucho miedo el tema de la vivienda porque he considerado que te ata a un sitio, que no te da alas para que puedas cambiar de aires cuando te dé la gana. Y eso, por supuesto, tiene sus peligros. Yo siempre he sido más amigo del alquiler de una vivienda o un piso que de la compra, así que eso es a lo que me limité durante mis estudios y después durante mis primeros pasos en el mundo laboral, incluso teniendo pareja y viviendo con ella. No nos planteábamos una opción que no fuera esa.

Las cosas empezaron a cambiar a medida que han ido pasando los años, especialmente desde que el coronavirus hizo acto de aparición. Después de eso, el precio de la vida se ha ido encareciendo de una manera progresiva en España, siendo el alquiler uno de los costes que más se han incrementado en los últimos años. Hasta tal punto ha llegado la cosa que el pago de una cuota de la hipoteca es menor que la de un alquiler. Y ese fue el punto en el que nosotros empezamos a cambiar nuestra mentalidad. Es verdad que no lo vimos claro en un principio, pero poco a poco nos empezó a interesar más el tema de la compra que del alquiler.

Teníamos claro que queríamos una vivienda de nueva construcción para que no nos tuviéramos que dedicar a reformar lo que ya estaba construido. Por tanto, nos dedicamos a ver terrenos que estuvieran en venta para después levantar nuestra casa. En la localidad en la que vivimos tampoco había tantos terrenos que pudieran ser adquiridos para tal fin, así que estuvimos unos meses esperando y sopesando lo que queríamos hacer. Finalmente, tuvimos la oportunidad de adquirir un terreno a un precio que nos pareció razonable y vimos completado un primer paso que, desde luego, nos daba pie a seguir ilusionándonos de cara al futuro.

Después de eso, tocaba empezar a pensar en cosas más concretas: en el tipo de casa que queríamos, con cuántas habitaciones, cuántos metros, etcétera. Ya necesitábamos servicios más concretos que los que implica la venta de un terreno y necesitábamos contactar con constructoras que pudieran tener la capacidad de edificar lo que nosotros queríamos, el hogar en el que pasar el resto de nuestras vidas. La verdad es que tengo que reconocer que me daba mucha pereza un tema como este porque creía que me iba a tocar hablar con mucha gente y que iba a tener que repetir siempre las mismas cosas, con la inversión de tiempo que eso conlleva. Pero no.

La decisión que siempre guió nuestros pasos para levantar el hogar de nuestros sueños fue la de la calidad de los materiales. Y eso es lo que les transmitimos a las constructoras con las que nos reunimos. Nos ofreció bastante seguridad, en concreto, la constructora Bm puesto que hablaba precisamente de ese tema en una noticia en el blog de su web y son especialistas en la planificación, diseño y ejecución de proyectos de vanguardia en construcción. La misma línea queríamos seguir con el tema de los muebles: que fueran construidos para ser útiles y duraderos. No queríamos medias tintas. Queríamos un hogar para que fuera estrenado por nosotros mismos.

Confiamos en la constructora y la verdad es que las cosas salieron de perlas. No solo obtuvimos un resultado increíble, justo lo que esperábamos, sino que también tuvimos la oportunidad de ir siguiendo todo el proceso y que contaran con nosotros para ello. Y, lo que también es muy importante, cumplieron con los plazos. Ya sabéis que esta es una de las cosas que más nerviosa suele poner a la gente por el hecho de que depende de cómo vaya este plazo, vamos a tener que ir tomando decisiones en lo que respecta a nuestra vivienda antigua y otras tantas cosas más.

En lo que tuvo que ver con los muebles, la cosa funcionó de manera parecida. Teníamos clara una idea acerca del estilo que estábamos persiguiendo y las tiendas en las que podíamos confiar para obtenerlo en todas y cada una de nuestras estancias. Así que lo único que tuvimos que hacer fue visitar esas tiendas e ir obteniendo de cada una de ellas aquellos muebles que nos parecían más interesantes. Por tanto, en apenas unas semanas, ya teníamos todo decidido en este tema. La verdad es que fue una verdadera gozada poder resolver de una manera tan fácil este tema. Eso aceleró nuestra mudanza a la nueva vivienda.

¿Cómo de difícil está el acceso a la vivienda en nuestro país? 

Antes hablábamos de un tema como este, pero la verdad es que necesitamos datos concretos para ver cuál es la verdadera situación a la que nos estamos exponiendo. El dato al que nos referimos se puede encontrar en una información de Infobae que apunta que España necesita entre 1’6 y 2’3 millones de pisos en 5 años para frenar el déficit habitacional. Estamos hablando de muchas construcciones y la verdad es que debemos hacer posible que el país adquiera la capacidad para hacerlo. No cabe la menor duda de que España es una nación en la que a todo el mundo le gustaría vivir por muchas razones. Eso está atrayendo a mucha gente aquí y necesitamos dar respuesta a la demanda de vivienda que eso genera.

El público que más está notando la falta de vivienda es el joven, que es el que está intentando acceder a ella en los tiempos que corren. Es una verdadera desgracia que haya tantas personas jóvenes que estén intentando independizarse de sus familias y que nadie les esté ayudando en este sentido con la obtención de una vivienda. Es algo que nos tenemos que hacer mirar y que va a tener consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Porque claro, la gente cualificada, viendo cómo está el tema, quizá decida marcharse del país y “vender” sus servicios de calidad a empresas que más tarde van a realizar avances en algún sentido, avances por los que nuestro país tendrá que pagar más si es que quiere recibirlos.

Una situación como la que estamos describiendo la vivimos en su día con la crisis económica de 2007 y no podemos volver a caer en los mismos errores. En aquella ocasión, fue la falta de trabajo lo que empujó a mucha gente fuera de nuestro país. En este caso, el acceso a la vivienda y las precarias condiciones de trabajo son las que están haciendo posible que nos encontremos en esta situación. ¿Vamos a dejar que se repita la historia, aunque sea por otro motivo? Esperamos que no. Sería un error del que nos íbamos a arrepentir más pronto que tarde, os lo podemos asegurar.

En el caso de mi pareja y el mío, podemos decir que hemos tenido mucha suerte. También nos lo hemos ganado, ahorrando mucho y teniendo claro el proyecto en común que queríamos juntos. Ahora nos toca vivir la vida que nos corresponde, una vida que creo que tiene muy buena pinta y que tendrá en nuestro hogar el espacio que siempre hemos querido, un hogar en el que formar una familia y en el que ser felices, que es el objetivo último de toda vida humana y el que nosotros hemos perseguido desde el mismo momento en el que, como os contaba más arriba, empezamos a escudriñar terrenos para edificar nuestra casa.

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