Muebles adaptados para la tercera edad

Pocos momentos hay en la vida en los que una persona se encuentre más débil que en su ancianidad. A partir de cierta edad, y exceptuando casos que se salen de la norma general, las personas necesitan unos cuidados especiales como consecuencia de factores como la pérdida de movilidad en la totalidad del cuerpo, la incapacidad para realizar determinadas acciones por sí mismos y, en definitiva, la falta de autonomía suficiente como para poder desarrollar su vida sin la existencia de riesgos más que evidentes para su salud tanto física como mental.

Cuidar de los ancianos no es una tarea fácil. La lista de cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de afrontar esta actividad es enorme. Cabe recordar que se trata de uno de los grupos de población más débiles (con el permiso del compuesto por los niños) y que en ambos casos es muy fácil adquirir una enfermedad que sea de una peligrosidad brutal. Son momentos en los que las defensas no terminan de estar desarrolladas y en los que cualquier mínima bacteria puede provocar un buen estropicio.

Pero cuidar de los ancianos no es algo de lo que sólo los médicos tengan que estar pendientes. Esta labor también depende de otra serie de profesionales, como lo pueden ser los ergónomos. Para ellos, los muebles juegan una importancia elemental en esta labor puesto que de estos objetos depende, en buena medida, la comodidad de nuestros mayores. La página web Entorno Saludable hace especial hincapié en elementos como lo son las sillas, los sillones o las butacas, en las que las personas mayores pasan una gran parte de su día. La cama también es un elemento imprescindible y, en general, los muebles han de estar rígidos y estables.

Algo debe estar fallando en España para que, como informa el diario La Vanguardia en su página web, el 87% de los ancianos prefiera vivir en su casa una vez que comienzan a necesitar ayuda para la realización de sus tareas rutinarias en lugar de trasladarse a una residencia en la que a buen seguro dispondrían de una mejor atención. Mejorar estos números es una necesidad en el sector, un sector que probablemente, y teniendo en cuenta la edad media de los españoles y que una enorme generación de españoles poco a poco avanza hacia la vejez, va a ser uno de los más prolíficos de aquí a unos años.

La ergonomía es un aspecto fundamental a día de hoy para las personas mayores. Muchos de los problemas que padecen en sus viviendas se producen como consecuencia del no cuidado del espacio del hogar, algo que parece una nimiedad pero que no debe pasar en absoluto desapercibido. Los profesionales de Sanvital, una de las entidades que mejor conoce el conjunto de necesidades que tiene una persona mayor, han defendido la teoría de la ergonomía. Saben que, en el caso de no trabajarla, los riesgos y los peligros a los que se enfrentan los ancianos en su día a día son enormes.

La población española necesita apostar urgentemente por esto

Como veníamos comentando con anterioridad, una cantidad ingente de españoles van a necesitar ayuda de cara a los años que se aproximan como consecuencia de su edad. La generación del Baby Boom, esa que vino al mundo en nuestro país en la década de los 60, comenzará a rondar la edad de jubilación en la próxima década y tendrá que adoptar ese nuevo rol. Para garantizar una calidad de vida conforme a un país desarrollado, se deben seguir unas pautas en el caso de los ancianos. Y apostar por una correcta distribución de los muebles en el hogar o en una residencia de ancianos es una opción de lo más loable para ello.

Los problemas que padecen nuestros mayores hoy en día como consecuencia de dolencias físicas son, en gran parte, producidos por caídas y golpes que se habrían podido evitar si se hubiera apostado por una mejor distribución del espacio en su vivienda. Reducir el número de incidencias de este tipo es imprescindible para hacer posible una vejez mejor para todos y todas.

La vejez es una de las épocas más bonitas en la vida de una persona. Es probable que nadie asocie la relación que de verdad existe entre los muebles y su disposición en un lugar de residencia y la incidencia que tiene ello en la vida de una persona. Pero lo cierto es que esa relación existe y que juega un papel muy importante en lo que a la comodidad de una persona mayor se refiere. Es más importante que nunca que tengamos eso en cuenta para hacer más felices a nuestros mayores.

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