De todos los trabajos que he realizado, quizás decorar una residencia de ancianos sea el más complejo pero también el que más satisfacciones me provocó. No es por el diseño, sino por todos los factores que lo rodean. Lo primero porque no es fácil ponerse en la piel de unas personas que en algunas ocasiones no se sienten a gusto allÃ, o que pueden ir obligadas por las circunstancias personales de las personas. Ahora bien, también es cierto que el resultado final siempre es satisfactorio. Una sonrisa de estas personas vale todo el dinero del mundo. Y más cuando cada vez son más los mayores que acuden a estos sitios.
Os cuento algunos aspectos que tuve en cuenta cuando tuve que decorar una residencia de ancianos en Madrid. En primer lugar fue muy importante la elección de colores y formas, ya que tenÃa que ser algo muy suave y que no estresara a los residentes . Está comprobado que colores tensos o vivos pueden provocar una tensión dañina. Después de una larga conversación con mi socio, sobre diseños y colores, creo que dimos en el clavo con la decoración.
- Adaptarse a los usuarios. Al elegir el mobiliario hay que considerar el tamaño y las caracterÃsticas del usuario, asà como la naturaleza de las tareas que éste realiza. Recuerdo que también realizamos una decoración en un apartamentos para mayores en Madrid y cometimos un error al querer comprar muebles iguales para todos los residentes. Para evitar este problema hay que hablar anteriormente con el personal de la residencia para que os avisan de si hay personas que necesitan unos cuidados más especiales.
- Los muebles deben ser estables. Está claro que no deben volcar ni deslizarse, incluso cuando el usuario apoya todo su peso en el borde del mueble. La base de apoyo debe ser suficientemente amplia para asegurar la estabilidad del mobiliario.
- La apariencia del mueble debe estar más cercano a lo que serÃa un mueble en una casa que en una clÃnica, aunque las prestaciones que pueda ofrecer el mueble sean parecidas a las hospitalarias. Está claro que las personas se sentirán más cómodos en muebles que les recuerden a su hogar, que a un hospital.Después tocó ponerse manos a la faena, y claro esta no era fácil ya que tenÃa que estar conviviendo con los residentes, pero sin molestar a las auxiliares, médicos y todo el personal que trabajaba en esta residencia de ancianos de Madrid. Por suerte, todo fue un éxito y todos quedaron encantados con el trabajo realizado. Aprovecho para mandarles un saludo.
- Los muebles no tienen que ser complejos, pero también tienen que favorecer la labor de otras personas. En una residencia hay mucha gente haciendo su trabajo, médicos, auxiliares, personal de la limpieza, que no se puede encontrar inmobiliario que dificulte su labor. No deben existir elementos que dificulten el acceso al ocupante de una cama o una butaca, y los posibles accesorios y mecanismos de regulación deben ser fáciles de usar y accesibles.
Como has podido comprobar los muebles en las residencias han de tener unos requisitos básicos que permitan su uso en unas condiciones adecuadas de comodidad y seguridad para todos los usuarios. Es simple, solo hay que tener un poco de sentido común. La comodidad y la seguridad de estas personas es lo primero, y todos tenemos que poner de nuestro lado.