Dirigir un negocio de hostelería no es solo cuestión de cocinar buenos platos o tener el mejor café, ¡es mucho más complejo que eso! Como hostelero, tienes que saber gestionar y cuidar un sinfín de aspectos y, por supuesto, debes saber llevar a cabo con suma eficiencia una gran serie de operaciones.
¿Qué necesita entonces, un hostelero para llevarlo todo de la mejor forma posible? ¡Un toque de inspiración y una guía que lo oriente, por supuesto! Precisamente para eso hemos preparado este artículo.
¡No te lo pierdas!
Consejos que te ayudarán a llevar tu negocio de hostelería de la mejor forma.
Vamos a comenzar con la lista de 10 consejos que pueden ayudarte a entender mejor la gestión de tu negocio:
- Crea una experiencia inolvidable para tus clientes.
El primer consejo es fundamental: ¡la experiencia del cliente lo es todo! No se trata solo de servir buena comida, sino de crear un ambiente que haga que tus clientes quieran volver. Para ello debemos cuidar tanto la decoración, como la calidad de la comida y el trato con el personal. Una atmósfera acogedora y bien cuidada podrá lograr que tus clientes se sientan como en casa y que hablen maravillas de tu local.
Y tal y como hemos mencionado, la atención al cliente es un punto muy importante a tener en cuenta. Para poder ofrecer la mejor atención al cliente, te recomendamos capacitar a tu equipo para que sea amable, productivo y atento a las necesidades del cliente: a veces, una sonrisa y un trato cercano pueden marcar la diferencia entre una experiencia mediocre y una inolvidable.
Si lo haces bien, la fama de tu tienda aumentará de forma positiva, y se traducirá en reseñas agradables y buenos comentarios de boca en boca.
- Mantén una limpieza impecable.
Este es uno de los pilares fundamentales de cualquier negocio de hostelería: la limpieza debe ser una prioridad constante, y no solo en las zonas que ven los clientes, sino también en las zonas de trabajo como la cocina y los almacenes. No hay nada peor que la mala impresión de un local sucio o maloliente ¡o lleno de bichos!
Para evitar esto, establece un calendario de limpieza estricto para todo el equipo, y asegúrate de que se cumpla a diario. Además, trata de no conformarte con una limpieza superficial; revisa todos los rincones difíciles de alcanzar, como debajo de los muebles o en las esquinas.
De este modo tu local estará limpio y tus clientes lo disfrutarán aun más ¡no lo olvides!
- Mantén las plagas a raya (¡a ser posible, antes de que ocurran!).
Uno de los mayores enemigos de cualquier negocio de hostelería son las plagas, especialmente las ratas. Un restaurante o bar puede tener una excelente comida y servicio, pero si los clientes ven señales de plagas, ¡es el fin! Como comprenderás, la aparición de plagas en tu negocio no solo daña su reputación, sino que también supone un peligro para la salud de todos.
Ante esta situación, los expertos de Control Plag nos recomiendan implementar medidas prácticas como sus impecables insectocutores de trampas adhesivas, capaces de combatir cualquier plaga de forma silenciosa y discreta. Por supuesto, también existen otras soluciones más tradicionales como la instalación de trampas en puntos clave ¡tú eliges el método!
Como consejo extra y para prevenir la aparición de una plaga en todo momento, te recomendamos mantener los alimentos bien almacenados en recipientes herméticos y nunca dejar restos de comida en lugares accesibles (ya que esto puede favorecer su aparición).
- Control de olores: dispensadores de aromas.
Una herramienta infravalorada en la hostelería es el uso de dispensadores de aromas.
Si tu cocina está abierta al público o si tu bar tiene zonas con mucha rotación de gente, un buen dispensador de aromas te permitirá neutralizar olores desagradables y, al mismo tiempo, proyectar una sensación de frescura y limpieza. Además, algunos aromas pueden incluso estimular el apetito de los clientes.
- Controla tus inventarios.
Un buen hostelero siempre tiene control sobre su inventario, tanto de alimentos como de productos de limpieza y utensilios; y es que, saber exactamente qué tienes en stock evita que compres productos en exceso o que te quedes sin ingredientes clave en el peor momento.
Organiza tu inventario de forma que sea fácil de revisar y establece un sistema de rotación de productos para evitar que los alimentos se echen a perder. Además, un buen control del inventario también te ayudará a reducir gastos y mejorar tus márgenes de beneficio.
- Eficiencia energética.
Otro sector que a veces se descuida es el consumo de energía.
No tenemos en cuenta que cuando nos preocupamos por ahorrar energía y hacer buen uso de la misma, también estamos cuidando de nuestro bolsillo, no solo del planeta ¡Así que todos salimos ganando! Lo que podemos hacer para lograrlo es cambiar a bombillas led de bajo consumo, instalar grifos con temporizador en los baños y asegurarnos de que los electrodomésticos de la cocina sean lo más eficientes posible (a través de su certificado de eficiencia energética).
Y si quieres ahorrar también en aire acondicionado, puedes hacerlo: una buena ventilación te ahorrará tener que estar usando todo el tiempo el aire para mantener todo fresco. Puede suponer una reforma, pero a la larga, tu bolsillo te lo agradecerá (y por si fuera poco, una vez más, también estarás ayudando al medio ambiente).
- Escoge proveedores de calidad.
Elegir buenos proveedores es un punto muy importante que debemos tener en cuenta si buscamos ofrecer productos frescos y de alta calidad. No te dejes llevar solo por el precio más bajo; cerciórate de que tus proveedores cumplan con las normas de calidad y que sus productos lleguen en óptimas condiciones. Mantén una buena relación con ellos para garantizar un servicio fiable y adecuado a tus necesidades.
Y siempre que puedas, intenta adquirir productos ecológicos, provenientes de mercados de tu zona o próximos a ella, ya que esta elección también puede atraer a un público más consciente de estas cuestiones.
- Capacitación constante del personal.
Tu equipo es el motor de tu negocio. Por ello, es fundamental que reciban capacitación constante para mejorar sus habilidades, ya sea en atención al cliente, gestión del tiempo o incluso en técnicas de cocina. Organiza talleres y sesiones de formación para mantener a tu equipo motivado y actualizado con las mejores prácticas de la industria.
Recuerda que un personal bien capacitado trabajará mejor, y además, también se sentirá más valorado, por lo que tu negocio estará más asentado y estable y tendrás que preocuparte menos por aumentar plantilla con mayor frecuencia.
- Optimiza el uso del espacio.
En muchos negocios de hostelería, el espacio es limitado, por lo que es importante optimizarlo al máximo. De modo que asegúrate de que la disposición de las mesas y sillas no sea un obstáculo para el flujo de los clientes o el personal. Al mismo tiempo, organiza la cocina de manera que el equipo pueda trabajar eficientemente sin estorbarse mutuamente.
Si dispones de una zona al aire libre, aprovéchala para añadir más mesas e incluso para crear un ambiente diferente que atraiga a los clientes durante los meses de buen clima. Piensa siempre en cómo utilizar cada rincón de tu local de forma inteligente.
- Escucha a tus clientes.
Finalmente, nunca subestimes el valor del “feedback” de tus clientes. Escuchar lo que tus clientes tienen que decir, ya sea en persona o a través de reseñas online, es una de las mejores formas de mejorar (y si además de puntuarte por estrellas, escriben un comentario, es mucho más fiable). Si recibes una crítica constructiva, tómala como una oportunidad para corregir fallos y hacer ajustes. Recuerda que la satisfacción del cliente debe ser siempre tu principal objetivo.
Y si no consigues suficientes reseñas ¡búscalas! Implementa encuestas breves o incentiva a tus clientes a dejar su opinión en plataformas digitales. Gracias a este simple gesto podrás identificar posibles áreas de mejora, al mismo tiempo que demuestras a tus clientes que te importan sus opiniones.
Ahora que hemos visto estos 10 consejos, es importante recalcar que el éxito en la hostelería no depende solo de la calidad de los productos o servicios, sino de una visión global. Pequeños detalles como la prevención de plagas o el uso de dispensadores de aromas pueden marcar una gran diferencia en la percepción de los clientes. Además, tu compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia en todos los aspectos de tu negocio puede ayudarte a destacarte en un mercado que cada día es más competitivo.
Y recuerda, los clientes de hoy día valoran más que nunca la experiencia y el ambiente. Si logras crear un entorno agradable, limpio y que funcione correctamente, tu negocio prosperará. Aunque el mundo de la hostelería pueda ser complejo, con los pasos adecuados, podrás transformar cada obstáculo en una oportunidad para mejorar. ¡sigue innovando y cuidando de cada detalle, porque el éxito está en los pequeños gestos que suman a largo plazo!